Delicias (24)

 BIZCOCHO DE CHOCOLATE Y YOGUR
¡Feliz domingo! 
Aquí estoy de nuevo con una entrada dedicada a la cocina. Esta vez os traigo una receta de la autora Marian Keyes que podréis encontrar en su libro Salvada por los pasteles (podéis leer la reseña aquí).
Por el momento no he podido hacerla (no tengo horno) pero sin duda es una receta que tengo apuntada para hacerla sin falta porque parece muy fácil y tiene una pinta más que estupenda.

¿Os animáis? ¡Pues manos a la harina!
Un bizcocho fantástico y de lo más jugoso.

Ingredientes para 12 porciones:
100 g de chocolate negro (70% de cacao)
250 g de harina
Medio sobre de levadura en polvo
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de sal
250 g de azúcar moreno
125 ml de aceite de girasol
250 g de yogur
2 huevos batidos
1 cucharadita de extracto de vainilla
600 g de frambuesas en lata escurridas
4 o 5 cucharadas de mermelada de frambuesa (para decorar)
Preparación:
- Unta con aceite dos moldes de 23 cm (puedes hacerlo con la mano o con un trocito de papel de cocina) y precalienta el horno a 180ºC.
- Derrite el chocolate y deja que se enfríe un poco.
- Tamiza la harina, la levadura y el bicarbonato sódico en un recipiente grande. Agrega la sal y el azúcar, luego remueve y ve añadiendo el aceite y el yogur.
- Agrega también el chocolate fundido.
- Ahora es el turno de incorporar los huevos batidos, el extracto de vainilla y 60 ml de agua caliente. Por último, echa también las frambuesas.
- Reparte la masa entre los dos moldes y hornéalos 25 minutos. Después déjalos sobre una rejilla y espera a que los bizcochos estén completamente fríos antes de desmoldarlos.
- Rellena las dos capas con mermelada de frambuesa.


Salvada por los pasteles, de Marian Keyes:
En este libro delicioso, Marian Keyes nos ofrece más de ochenta recetas de pasteles, pastas, postres y galletas, pero es mucho más que esto: en tus manos tienes la oportunidad de pasar unos momentos maravillosos en el mundo de la autora, disfrutando de su visión tan genial y tan suya de la vida.

Marian comparte con nosotros sus experiencias en la cocina y lo que le llevó a pasar tantas horas en ella:

«Estaba totalmente hundida en una depresión y no encontraba ninguna solución. Solo podía esperar y aguantar. Tenía que buscar algo que me ayudara a pasar el tiempo mientras esperaba que todo volviera a la normalidad. Por eso me puse a cocinar, a preparar un pastel, un pastel de queso y chocolate. Me gustó tanto que decidí hacer otro. Y otro. A decir la verdad, lo hacía fatal. Era novata total y tuve que aprenderlo todo desde cero. A base de repetir las recetas una y otra vez, sé repostería. He aprendido lo básico y tengo un montón de consejos fáciles y muy útiles que quiero compartir con vosotros. Pero ¡no os asustéis! Todo lo mío es muy elemental. No tendréis que dibujar filigranas con la manga pastelera.»