Reseña | La pura verdad

La pura verdad
|| Dan Gemeinhart ||

240 páginas.
Crossbooks | Tapa blanda con solapas | Más info
Septiembre 2016
En casi todos los aspectos de la vida, Mark es un chico normal como tantos otros. Tiene un perro llamado Beau y una amiga que se llama Jessie. Le gusta hacer fotos y escribir haikus. Sueña con escalar una montaña algún día. Pero en una faceta muy importante, Mark es diferente a los chicos de su edad: está enfermo. El tipo de dolencia que implica hospitales y tratamientos. Una enfermedad de la que podría no curarse. De modo que Mark decide escapar. Abandona su casa llevando una cámara, un cuaderno, y a su perro. Pase lo que pase, tiene un objetivo: alcanzar la cima del monte Rainier. Aunque sea lo último que haga en su vida.


Nos encontramos ante un libro real, nada de magia ni fantasía. Un libro que refleja la fuerza de voluntad y la amistad verdadera. Especialmente la que tiene el protagonista con su perro Beau. Una amistad tierna y fiel que traspasa cualquier frontera. Sin duda, esa es mi parte favorita del libro. La historia es dura y realista, aunque confieso que en algunos momentos me he enfadado mucho con varios personajes. Pero primero, os cuento un poquito de qué va la trama.

- No sé. Supongo que me gusta... me gusta... la sensación de capturar algo. De tener algo. -Miré por la ventanilla los árboles, las señales, las cálidas casas de desconocidos que pasaban a toda velocidad-. Es como, no sé, como capturar un trocito de vida. Las cosas pasan, los pequeños momentos pasan volando y después desaparecen. Y luego desapareces tú. -Inspiré hondo, mucho aire, y luego lo solté lentamente para empañar la ventanilla del autobús-. Pero cuando haces una foto, el momento no se va. Lo capturas. Es tuyo. Y puedes conservarlo.

Mark es un niño que padece una enfermedad grave, la cual le va quitando la vida poco a poco. Su mayor sueño es escalar la cima del monte Rainier, misión bastante difícil incluso para los montañistas. Está harto de todo así que decide coger sus más preciadas pertenencias, a su mejor amigo Beau y poner rumbo a su destino.

La trama en sí es sencilla aunque muy dura. Un niño enfermo que decide huir de su casa. Quiere huir de sus problemas. De todo. Decide sacar un billete solamente de ida para conseguir trepar a la cima de la montaña y allí, dejarse morir. Realmente es muy triste y aterrador leer los sentimientos de un niño que atraviesa una dura enfermedad. Ese sentimiento de miedo, impotencia y frustración. Por otro lado, y como ya he dicho anteriormente, Mark va acompañado en todo momento por su mejor amigo, su perro Beau. Es sorprendente ver la unión entre ambos protagonistas. Especialmente de Beau que no se separa de él ni un solo segundo. Ambos pasan hambre, frío, miedo, pero todo juntos. Todo esto nos lo contará Mark en primera persona.

También hay varios capítulos narrados en tercera persona donde podremos conocer los sentimientos de sus padres y de su mejor amiga, Jessie. Este personaje secundario no ha llegado a convencerme y es que, sabiendo todo lo que sabe, ¡no cuenta nada! Está claro que es su mejor amigo y que quiere que logre su sueño pero creo que debería de pensar más en lo que puede pasarle.

La historia en sí es muy recomendable ya que se lee muy rápido y emociona mucho. Solamente por conocer la relación entre Mark y Beau, vale la pena.

Los perros mueren. Pero también viven. Viven vidas valientes y bonitas. Protegen a su familia. Y nos quieren. E iluminan nuestra vida. Y no pierden el tiempo temiendo lo que pueda pasar mañana.

Tengo que hacer mención especial a la edición. Es muy, muy bonita. En cada capítulo podemos ver una pequeña ilustración del monte Rainier y nos informan de los kilómetros que le quedan a Mark para llegar al destino. Además, la editorial tuvo el placer de enviarme una foto-postal muy bonita.


Valentía, superación, fortaleza, amistad... Todo esto y mucho más es lo que podremos encontrar en el interior de Toda la verdad, una historia que emociona de principio a fin. 

// Gracias a Destino